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Sucesión Intestada

Si no hay testamento, ¿qué pasa con mi herencia?

Si fallece algún familiar tuyo y no ha hecho testamento, debes conocer qué es una herencia sin testamento y cómo afecta el parentesco familiar para que puedas ser heredero.

  • Sucesión intestada
  • Jerarquía de herederos
  • Cónyuge sobreviviente
  • Hijos y descendencia
  • Padres y otros parientes cercanos
  • Familiares lejanos
  • Distribución equitativa
  • Relación familiar
  • Proximidad con el difunto
  • Distribución por porcentajes
  • Consideración de descendencia directa

Sucesión intestada

La sucesión intestada entra en juego cuando una persona fallece sin un testamento válido. En lugar de seguir las instrucciones específicas del difunto, la ley dicta cómo se distribuirán sus bienes. 

Este proceso puede variar según la jurisdicción, pero generalmente sigue una jerarquía de herederos designados por la ley.

Jerarquía de herederos

En el contexto de la sucesión intestada, la jerarquía de herederos es un componente muy importante que determina quiénes son los beneficiarios de la herencia y en qué proporción. 

Cónyuge sobreviviente

En muchas jurisdicciones, el cónyuge sobreviviente ocupa el primer lugar en la jerarquía de herederos, este reconocimiento refleja la importancia legal y emocional del matrimonio. 

El cónyuge puede tener derecho a una parte significativa o incluso a la totalidad de la herencia, especialmente si no hay descendencia directa.

Hijos y descendencia

Si el fallecido no tiene cónyuge o si éste ya no está vivo, los hijos, generalmente, ocupan el siguiente escalón en la jerarquía. 

La herencia se divide entre los hijos, y si alguno de ellos ha fallecido, sus propios descendientes pueden heredar su parte.

Padres y otros parientes cercanos

En ausencia de cónyuge e hijos, la sucesión intestada puede dirigirse hacia los padres del difunto. 

Si los padres ya no están vivos, la atención puede pasar a otros parientes cercanos, como hermanos o sobrinos, dependiendo de la legislación local.

Familiares lejanos

Si no hay cónyuge, hijos, padres ni otros familiares cercanos, la ley puede extenderse a familiares más lejanos en la jerarquía. 

Este escenario podría involucrar a primos, tíos, tías o incluso abuelos, según la estructura legal específica.

Distribución equitativa

En el contexto de la sucesión intestada, la distribución equitativa busca repartir los bienes de manera justa entre los herederos según una serie de criterios predefinidos por la legislación local.

Relación familiar

La legislación a menudo considera la relación familiar como un factor clave en la determinación de la equidad en la distribución. 

Por lo general, los cónyuges y los hijos pueden recibir porciones más grandes de la herencia en comparación con otros parientes más lejanos.

Proximidad con el difunto

La proximidad emocional y la relación cercana con el fallecido también pueden influir en la equidad.

Esto podría significar que aquellos que compartían una conexión más estrecha con el difunto tienen derecho a una porción más grande de la herencia.

Distribución por porcentajes

La legislación puede establecer porcentajes específicos para cada categoría de herederos. Por ejemplo, un cónyuge puede recibir una parte fija, y los hijos pueden heredar el resto, distribuido equitativamente entre ellos. 

Estos porcentajes buscan reflejar la proporción justa de la herencia para cada grupo.

Consideración de descendencia directa

En muchos casos, la legislación tiene en cuenta a la descendencia directa al determinar la equidad. 

Si hay hijos o nietos, su porción de la herencia puede tener prioridad, reconociendo la importancia de la línea de sangre en la sucesión intestada.
En Oviedo Abogados, entendemos la complejidad de la sucesión intestada y la importancia de la pl

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